La guerra en Europa: ¿cómo afrontarla?

Los dos últimos años han sido muy difíciles para todos nosotros debido a la pandemia. Nadie esperaba una crisis así, todos nos vimos afectados por las restricciones, muchos nos enfrentamos a la incertidumbre, al miedo y a muchos nuevos retos.

Ahora ha ocurrido lo siguiente e inconcebible: Una guerra en Europa, en nuestro barrio, a sólo 6 horas en coche de Viena. Una nueva crisis: de nuevo sentimientos de miedo, impotencia y mucho más. Nuestros recursos psicológicos están siendo gravemente afectados. 

La guerra en Ucrania no sólo es un ataque al país y a las vidas de sus ciudadanos, sino que también sacude nuestra sensación de seguridad y confianza. Los fuertes sentimientos de miedo, ira, impotencia, tristeza, etc. son una reacción natural a esta situación extraordinaria.

¿Cómo puedo ayudarme a mí mismo en estos momentos de estrés y ansiedad?

Nos gustaría mostrar aquí algunas posibilidades y reflexiones al respecto: 

 

  • Habla de tus miedos, preocupaciones y pensamientos negativos con personas cercanas, con tus seres queridos, con tus colegas. No te quedes solo con él. Hablar ayuda.

  • Siga con su vida cotidiana y haga lo que le ha hecho bien hasta ahora y le da placer: hacer ejercicio en la naturaleza, reunirse con amigos, practicar sus aficiones, etc.

  • Si sus hijos están preocupados o hacen preguntas, explíqueles la situación con delicadeza y de forma adecuada a su edad. Dales una sensación de seguridad y estabilidad.

Tenemos que darnos cuenta de que los acontecimientos mundiales siempre han tenido altibajos. Llevamos mucho tiempo sin crisis importantes. Digamos que "hemos tenido mucha suerte durante muchos años". Luego vino Corona y ahora la guerra de Ucrania.

El experto alemán en traumas Thomas Loew subraya: "La buena noticia es que las cosas vuelven a mejorar. Los humanos somos seres vivos y creativos. Nos adaptaremos. Y nos recuperaremos, como siempre nos hemos recuperado de las grandes crisis".

En la salutogénesis (modelo de desarrollo de la salud), la confianza humana está determinada por 3 factores:

Estos 3 pilares refuerzan nuestra salud mental y siempre pueden ser útiles en situaciones difíciles: 

1. comprensibilidad

Lo primero es reconocer la situación. Esto también incluye darse cuenta de que es malo y terrible. Se me permite derramar lágrimas cuando veo las imágenes en la televisión. Pero es importante comprender las propias cargas y sentimientos y verlas en el conjunto: ¿Dónde estoy, quién y qué me rodea es importante? Aquí no estamos en guerra y estamos a salvo. No debemos dejarnos abrumar por lo que está ocurriendo.

 

Es importante distinguir lo que puedes hacer (donar, ayudar a los refugiados, ...) y lo que no puedes hacer (detener la guerra, ...). Acepta que hay ciertas áreas sobre las que no tienes influencia. 

2. formabilidad (capacidad de actuar)

Darse cuenta: No importa lo que ocurra en el mundo, puedo gestionar mi vida cotidiana. Tengo recursos que puedo movilizar para dominar mi vida. Incluso en situaciones limitadas, todavía tienes un margen de acción y decisión que puedes utilizar. No renuncias al control de tu vida.

3. sentido de la vida (sentido)

Recuerda qué objetivos y orientaciones tienes en la vida. ¿Qué quieres conseguir para ti, para tu familia, para tus seres queridos?

Hay objetivos y proyectos en los que merece la pena implicarse. Quizá también sea importante estar ahí para tus hijos o nietos y ayudarles a afrontar y moldear esta situación lo mejor posible.

Por último, una pregunta que muchos se hacen ahora: ¿Está bien ir de vacaciones o disfrutar de otras cosas agradables en vista de lo que está sucediendo?

La respuesta a esta pregunta es un inequívoco SÍ. Porque especialmente en los momentos en que estamos agobiados, preocupados y asustados, es enormemente importante prestar atención a nuestro propio bienestar. No ayuda a nadie caer en la lástima o el miedo. Tenemos que sustituir regularmente las imágenes de horror en nuestra mente por otras bellas y crear conscientemente un contrapeso.

La distracción no significa cerrar los ojos ante la situación, sino cuidar la salud mental.

No es sano ver los acontecimientos de la guerra en la televisión durante 24 horas y dejar que el miedo se apodere de ti. Algo más ayuda a cada uno con la distracción: seguir con las aficiones, quedar con los amigos o ir de viaje, ...

Los momentos de placer ayudan a reducir el estrés. No necesitamos tener una conciencia culpable de que lo estamos haciendo bien. Por el contrario, debemos y podemos hacerlo bien, porque no ayuda a la gente en la zona de guerra si lo hacemos mal.

Asegurémonos de seguir en nuestro poder, porque es la única manera de ayudar. Estar activo, ser capaz de hacer algo, también ayuda contra la impotencia que sentimos. Hay muchas formas de apoyar, todo el mundo puede hacer algo.

Muchas personas quieren ayudar. Hemos reunido una selección de diferentes formas de apoyar a los afectados por la guerra.

La OMS ha publicado un libro de ejercicios ilustrado sobre la gestión del estrés, que ofrece ayuda para afrontar el estrés y la tensión. 

Está disponible gratuitamente en muchos idiomas en:
https://www.who.int/publications/i/item/9789240003927

Si los temores y las preocupaciones se hacen demasiado grandes o persisten las sensaciones desagradables, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Estaremos encantados de asesorarle.

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